Alberuela de Tubo ha celebrado este año la vigésima edición de su ya emblemática Concentración de Motos Antiguas, un evento que, dos décadas después de su inicio, sigue creciendo y atrayendo tanto a participantes como a público general. La cita, que ha contado con alrededor de un centenar de motos clásicas inscritas, y entre 20 y 30 motos modernas, se ha desarrollado con gran ambiente y sin incidencias, cumpliendo con creces las expectativas.
El plato fuerte, como cada año, fue la esperada salida de la ruta, un momento que congrega a numerosos espectadores deseosos de ver y oír cómo todas las motos arrancan a la vez. “El ruido, el olor, la estética de las motos… eso es lo que llama la atención y lo que hace única esta concentración”, explican los organizadores.
La ruta de este año ha recorrido 120 kilómetros atravesando varios municipios de la comarca, con una parada destacada en Lanaja, donde participantes y vecinos pudieron compartir un rato de convivencia motera.
Una edición especial, redonda en todos los sentidos, que demuestra que la pasión por las motos clásicas sigue muy viva en la zona. La organización ya piensa en cómo superarse para el próximo año.
Entre las actividades organizadas, uno de los momentos más emotivos y participativos fue la comida popular, en la que se reunieron unas 400 personas. Durante el almuerzo, se hizo entrega de diversos premios y se rindieron homenajes a personas que han participado durante muchos años en la concentración, así como a aquellas que ya no están, en un emotivo recuerdo a los amigos moteros que han dejado huella.